Criterios básicos para escribir en e-Learning

 

Seguramente tú, al igual que muchos otros lectores, también te has encontrado con textos que no se diferencian mucho de una ecuación algebraica por lo difícil que es descifrarlos.

No importa que el contenido de tu curso haya sido escrito por el mismísimo fundador de la empresa, el reconocidísimo experto en contenido, o sea el que aparece en la página web y publicidad oficiales. Un curso eLearning tiene un propósito distinto y debe estar escrito de forma clara y amena, pues una adecuada exposición de la información será la materia prima para llevar al estudiante a la reflexión y al aprendizaje.

Además, también debes pensar en el medio tecnológico a través del cual el estudiante va a leerte. Si lo hace a través de una pantalla de computadora, tableta o celular, la forma en la que escribes no puede ser la misma que para un formato en papel.

Los usuarios que visualizan información en un dispositivo tecnológico prefieren un lenguaje objetivo y textos concisos así como un diseño fácil de procesar. Es por eso que en este artículo me enfocaré en criterios básicos para la construcción del texto en dispositivos digitales.

Criterios-basicos

1) Divide el contenido.

Divide tu contenido en temas y dale una secuencia. Te recomiendo empezar de lo simple a lo complejo y de lo general a lo particular. Cuida que cada tema sea independiente y agrégale un título, esto les permitirá a tus estudiantes localizar mejor la información y leer rápidamente.

2) Usa títulos significativos.

Los títulos son el primer acercamiento que el estudiante tendrá a la lectura del contenido; de alguna forma se convierten en etiquetas de su estructura.

Es necesario que sean significativos y reflejen el contenido esencial del tema, deben dar una idea al participante de lo que aprenderá. Evita el uso de títulos que pretendan ser divertidos, “inteligentes” o con juegos de palabras, y cuida que no sean repetitivos.

Como tip adicional te recomiendo reorganizar el orden de las palabras y llevar las más importantes a la izquierda (está comprobado que es lo primero que ve una persona al observar una pantalla).

Antiejemplo: Seleccionar los instrumentos de la evaluación

Ejemplo: Evaluación: selección de instrumentos

3) Utiliza títulos compuestos.

Utiliza los dos puntos (:) para llevar a la izquierda las palabras más importantes. Éstos detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue, por ejemplo “Objetivos de aprendizaje: definición y redacción”

4) Evita el uso de artículos en títulos.

Los artículos (el, la, los, las, un, unos, etc.) son las peores palabras para comenzar un título y en realidad podemos prescindir de ellos cuando se trata de ser concisos.

Anti ejemplo: La organización de los contenidos

Ejemplo: Organización de contenidos

5) Incluye un texto de introducción.

Si el tema que vas a tratar es extenso, incluye al inicio un resumen introductorio que ayude a organizar los subtemas.

Si el tema es corto, puedes incluir un párrafo de un par de líneas con una descripción o introducción al tema por tratar y su importancia.

6) Explica términos nuevos.

Cuando uses un término específico por primera vez debes explicarlo, definirlo o desarrollarlo, utilizando un lenguaje conocido por el estudiante. Esto también aplica para acrónimos y siglas. Considera ponerlos en un glosario para que el participante pueda consultarlo cuantas veces desee.

7) Escribe oraciones cortas.

Escribe de forma directa, simple y clara. Evita las oraciones largas, pues estas obligan al estudiante a establecer relaciones complejas entre las ideas haciendo a un texto difícil de leer y entender. Es casi imposible comprender una oración cuando tiene más de 55 palabras.

La oración ideal contiene entre 20 y 30 palabras. No se trata de que todas las oraciones tengan el número exacto y uniforme, pero lo ideal es que alternes oraciones de diversa longitud. Recuerda que la forma básica de escribir es utilizando sujeto, verbo y predicado. No uses palabras rebuscadas, sé breve y directo.

Anti ejemplo: “El análisis es una etapa en la que se busca realizar una definición de alcances y limitaciones del proyecto, se responden preguntas respecto al qué y para qué del proyecto, tales como objetivos institucionales, alcances en cuanto a recursos e infraestructura humana y tecnológica y como producto se establece un plan general que indique tiempos de desarrollo, recursos y presupuesto”.

Ejemplo: “El análisis es una etapa en la que se busca realizar una definición de alcances y limitaciones del proyecto. En ella, se responden preguntas respecto al qué y para qué del proyecto, tales como: objetivos institucionales, alcances en cuanto a recursos e infraestructura humana y tecnológica. Como resultado, se establece un plan general que indique tiempos de desarrollo, recursos y presupuesto”.

8) Evita el uso de oraciones compuestas.

Generalmente, en una frase larga hay que separar de alguna forma las palabras de la oración, así que es probable que nos excedamos en el uso de la comas; por otro lado, para hilar las frases tenemos que utilizar relativos como: que, quien, donde, etc. El “que” suele ser el más utilizado, sin embargo, más de un “que” en una oración provoca problemas de comprensión.

La próxima vez que veas una oración con muchas comas o un punto y coma, revísala para ver si se puede simplificar dividiéndola en oraciones más cortas.

Anti ejemplo: “Los objetivos intermedios son los que identifican los componentes de la tarea principal o subtareas, que están expresados en términos de ejecución de una conducta”.

Ejemplo: “Los objetivos intermedios son los que identifican los componentes de la tarea principal o subtareas. Están expresados en términos de ejecución de una conducta”.

9) Evita el uso oraciones dentro de oraciones.

También es muy común encontrar oraciones explicativas dentro de otras. Sabemos que hay oraciones que nos aportan contexto, pero no abuses de ellas, especialmente si una oración explicativa está dentro de otra. Cuando esto sucede, el lector termina la frase y ya no sabe cómo empezaba la oración que fue interrumpida por ese paréntesis.

Por ejemplo: “El análisis de contenido, cuyo uso permite la interpretación de un texto a partir de conocer la estructura y la relación entre los conceptos que lo componen, es una técnica de investigación”. La frase subrayada podría haberse escrito en otro punto.

10) Destaca las ideas clave

Para acentuar su importancia, es recomendable marcar con negritas las palabras o ideas clave en un texto. Evita el abuso de negritas, no remarques oraciones completas, recuerda que solo son palabras específicas.

También puedes explicar en el texto importante con frases anticipatorias como: “Es muy importante…”, “Recuerda que…”, “Es necesario resaltar que…”.

11) Utiliza conectores 

Los conectores son estructuradores lógicos que facilitan la comprensión. Utilízalos para ordenar las proposiciones o ideas. Hay varios tipos, dependiendo su uso:

  • De orden: “en primer lugar”, “finalmente” (no olvides que si hay un “primer lugar” debe haber por lo menos un “segundo lugar”).
  • Conexiones causales: “por lo tanto”, “por consiguiente”, “por esta razón”.
  • Enumerativas: sirven para agregar ideas de un mismo orden, tales como “asimismo”, “del mismo modo”, “igualmente”, “a la vez”.
  • Disyuntivas: sirven para separar ideas o preposiciones, por ejemplo “por el contrario”, “sin embargo”, etc.

Pon en práctica estas sencillas recomendaciones la siguiente vez que redactes un contenido para tus cursos eLearning. Seguramente tus participantes te lo agradecerán.

Fuente: Shift eLearning